Miguel Angel Peters asesinó a golpes a su pareja, María Delvira Herrera (81), y simuló que las lesiones mortales eran producto de una caída. Hasta que la sentencia quede firme, seguirá detenido bajo arresto domiciliario.
Un hombre de 65 años fue condenado a prisión perpetua por matar a golpes a su mujer y simular que las lesiones que presentaba habían sido consecuencia de un accidente. De todas formas, hasta que la condena quede firme, permanecerá bajo arresto domiciliario.
El fallo que sentenció Miguel Angel Peters fue dictado por el Tribunal Oral Nº 1 de Mar del Plata, integrado por los jueces Aldo Carnevale, Pablo Viñas y Facundo Gómez Urso. El crimen de María Delvira Herrera (81) se produjo el 15 de julio de 2015 y desde el comienzo el principal sospechoso fue su concubino, que en varias oportunidades se contradijo al declarar ante los investigadores.
Por ese motivo, la fiscal del caso, Andrea Gómez, lo imputó como autor del “homicidio agravado por mantener relación de pareja y por cuestión de género”. Para los magistrados que estuvieron a cargo del debate oral que concluyó ayer, no hubo lugar a “duda alguna” respecto de la acusación contra Peters.
“Los golpes reiterados en diversas partes del cuerpo le causaron lesiones que le ocasionaron su muerte por un paro cardiorrespiraorio por politraumatismo cráneo toraco abdominal”, indicaron.
Si bien los jueces consideraron probada la hipótesis de la fiscal Gómez, y lo ratificaron confirmándole el monto de la pena que solicitó para Peter durante su alegato, no le revocaron el arresto domiciliario, tal como había pedido la investigadora. Por esa razón, el asesino permanecerá detenido en su casa hasta que quede firme la sentencia.
Los magistrados no hallaron “motivo alguno, ni variación en las condiciones tenidas en cuenta para su otorgamiento”. Entonces, tras escuchar la lectura del veredicto y firmar el acta correspondiente junto al defensor oficial. Mauro Giacomaso, Peters se retiró caminando rumbo a su casa para cumplir la pena bajo la modalidad del arresto domiciliario.
El caso
El caso ocurrió el 15 de julio de 2015 cuando Herrera fue trasladada por su preja hasta la clínica Mitre con politraumatismos severos, especialmente en el rostro. El hombre que vivía en concubinato con Herrera en una propiedad de Armenia al 2400 desde hacía 38 años señaló a los médicos que la mujer había sufrido una caída y de ese modo se había lesionado.
Horas después los facultativos certificaron el fallecimiento de la mujer y la comisaría décimosegunda inició actuaciones por averiguación causales de muerte.
Testimonios de algunas personas el barrio donde vivía la pareja pusieron en alerta a los investigadores, ya que dieron la versión de una relación violenta y permanente. Fue entonces que se le dio intervención a la fiscalía en turno y se ordenó la operación de autopsia.
El médico legista de la Policía Científica, Martín Ferreyro -que luego declararía en el juicio-, descubrió que la mujer presentaba lesiones en distintas partes del cuerpo y descartaron que pudieran haberse producido por una caída. Varias de ellas no eran nuevas, sino que habían sido producidas tiempo antes.
El profesional reflejó en su informe que en el cadáver había referencias de “una importante cantidad de lesiones externas e internas, descartando que las mismas pudieran ser producto de caídas accidentales, reiterando que por su evolución fueron provocadas en distintos momentos. Por la cantidad de golpes es como si se hubiera metido dentro de un lavarropas”
Ese dato fue suficiente para que la fiscal Gómez solicitara a la Justicia de Garantías una orden de allanamiento para la casa de Termas de Río Hondo y Gascón, y la detención de Peters. Después de haber estado preso en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán, recibió la morigeración y continuó detenido en su casa hasta que se inició el juicio.
Durante el debate oral, además de Ferreyro, también declararon la hija de la pareja, que vive enfrente de la casa de sus padres y reveló que Peters había ejercido violencia física y verbal sobre ella y su madre durante muchos años; los médicos de la clínica Mitre que atendieron a la víctima, y un policía.